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El Amante Casado

Hola amigos, tengan todos muy buenos días, tardes o noches según la hora de su visita y bienvenidos sean a este su portal de imágenes románticas y poemas de amor, como siempre muy  agradecidos de compartir con ustedes.  Después de haber disfrutado de las hermosas imágenes Dicen que el tiempo lo cura todo pasaremos a complementar nuestro segmento de poemas románticos.

El Amante Casado

En esta oportunidad traemos un intenso ejemplar de  Coventry Patmore (1823-1896)  quien fuese un reconocido fue un crítico y poeta inglés. Entre su variedad de poemas destacamos El Amante Casado el cual se trata de una de las declaraciones de amor en retrospectiva más difusas de la poesía inglesa.

Esperamos que disfruten de esta nueva publicación de este su portal de teamoweb.com, como siempre estimados lectores no olviden en compartir sus opiniones y comentarios los cuales son siempre leídos y muy tomados en cuenta por nuestros administradores.

El Amante Casado 

¿Por qué me lamento después de conquistarla?
Porque la gracia vestal de su espíritu
Me incita incansable a perseguirla,
Y ella, como un espectro, elude mis abrazos;
Tan intensa es su femineidad que verla
Es como besar la mano de una Reina,
Caricia que no conforma ninguna familiaridad;
Sino que marca la justa altura
A la que puede aspirar la negligencia,
Así como las damas humildes hostigan
La gracia que confunden con imprudencia;
Entonces ella con cálidos favores alimenta
La lealtad de un amor tan grande
Que allí la presunción jamás se diferencia
En el acto o la palabra,
Tan humildes como la mujer humilde puede ser,
Sus modales al llamarme Señor
Me recuerdan la intensa cortesía;
Y no menos el consentimiento de su voluntad
Que mi orgullo herido afectó,
Pero aquel noble estilo todavía
La impulsa a un inalcanzable desierto;
Mientras recuerdo su risa y su aliento,
Recuerdo que cuando todo está ganado
Aún podemos preguntar,
Reflejar la luz de la nieve sin esperanzas
Que brilla en el éter de su virginidad,
Porque, aunque libre de otros templos,
Conservo este santuario bajo los cielos;
Ya que, en definitiva,
Ella nunca podrá ser mía.