Has tomado una decisión importante: un cachorro se convertirá en parte de tu vida para convertirse en un fiel compañero durante muchos años. Nos gustaría que comenzaras esta hermosa y gratificante aventura de la mejor manera posible y te invitamos a que leas estos consejos.
Cada cachorro es un hermoso ser, pero necesita atención, no es un juguete y no permanece como un bebé siempre. En pocos meses se ha alcanzado el peso y el tamaño típico de su raza o y se ha formado un carácter muy específico e individual. No el lo mismo tener un cachorro de un perro chihuahua, a un bulldog ingles cachorro o un san bernardo.
Un cachorro de dos meses que entran en una nueva casa, se separó de la madre y los hermanos y enfrenta a un mundo completamente nuevo por lo que debes ser capaz de comunicarte correctamente y preocuparte por él.
Ármate de paciencia, bondad y date tiempo.
Si hay niños en la casa debes evitar a toda costa que se lancen sobre él y debes enseñarles a respetar e interactuar correctamente con el perrito y siempre bajo su supervisión. Debes enseñar al perro constantemente las reglas de la casa desde el primer día. La educación es responsabilidad de los adultos. El cachorro quiere aprender y hay que ayudarlo.
Sus primeros meses de vida son cruciales. No hay tiempo que perder. Lo que el perro aprende en este periodo (bueno y malo) dará formación a su temperamento como un adulto. Debe tener un lugar específico, donde puede sentirse tranquilo y seguro.
En lo referente a sus necesidad fisiológicas dedicamos un punto aparte pues creemos que eso es lo que más preocupa a la familia con la llegada de este pequeño nuevo miembro.
Enseñando a ir al baño
Normalmente, los cachorros orinan en los primeros minutos después de despertarse y luego poco después de defecar. Obviamente no se puede estar todo el día viendo al cachorro a la espera de que se despierte. Planea una hora específica para despertarlo y cuando esté listo, lo pones en el lugar correcto para adjudicarle ese espacio.
Los momentos adecuados son:
- En la mañana
- Después de cada siesta
- Después de cada comida
- Antes de ir a dormir
Observando al cachorro es muy fácil de predecir cuando tiene ganas de orinar. Él olfatea da vuelta y camina en un círculo y luego de repente se pone en cuclillas. Antes de que llegue a ponerse en cuclillas, hay que llevarlo rápidamente a donde se le permita orinar y defecar y cuando lo haga allí puedes darle una recompensa.
La optimización del tiempo y el lugar son importantes para el éxito. Si llevas a tu cachorro a dar un paseo recuerda que siempre es importante recoger todos los desechos que haya realizado en vía pública para evitar infecciones y problemas entre vecinos.
Tener un perro en casa es una bendición porque nos llenan de amor y cariño de una manera desinteresada, es tu responsabilidad darles una vida adecuada así que ¡mucho éxito en esa lucha!